Declive de la supremacía china como socio estratégico
La economía mundial se encuentra en un punto de inflexión. La desaceleración de China, una vez considerada el motor imparable del crecimiento global, está generando repercusiones significativas en todo el mundo. Para muchas naciones, especialmente las economías en desarrollo, la disminución del crecimiento chino ha traído consigo una resaca dolorosa. Sin embargo, en medio de este panorama sombrío, México emerge como uno de los beneficiarios clave de este cambio en la dinámica económica global.
La Dependencia de las Economías Emergentes en China
Durante las últimas dos décadas, muchas economías en desarrollo, como Venezuela, Pakistán y Laos, apostaron fuertemente por la relación económica con China. Las inversiones y préstamos provenientes de Pekín parecían ofrecer una vía rápida hacia el desarrollo, con proyectos de infraestructura y un mercado aparentemente insaciable para las exportaciones de materias primas.
Sin embargo, la desaceleración de la economía china ha dejado expuestos los riesgos de una excesiva dependencia. Países que una vez vieron a China como un salvador económico ahora enfrentan dificultades financieras, crisis de deuda y problemas estructurales que amenazan con llevarlos al colapso. La caída en la demanda china ha impactado negativamente en sus socios comerciales como operadores logisticos, muchos de los cuales ahora se encuentran luchando por mantenerse a flote.
México: Una Alternativa Viable en la Era del nearshoring
A diferencia de las economías emergentes que están sufriendo los efectos de la desaceleración china, México ha logrado posicionarse como una alternativa viable para la inversión extranjera y la producción manufacturera. Con el nearshoring como tendencia creciente, México se ha convertido en un destino atractivo para empresas que buscan diversificar sus cadenas de suministro y reducir su dependencia de China.
La proximidad geográfica a Estados Unidos, su principal socio comercial, y los tratados de libre comercio, como el T-MEC, han sido factores clave en este proceso. Las empresas globales están redirigiendo sus inversiones hacia México, estableciendo centros de producción más cerca de los mercados de consumo finales. Esto no solo fortalece la economía mexicana, sino que también la hace menos vulnerable a las fluctuaciones en la demanda china.
Innovación y Logística: Claves del Éxito Mexicano
El nearshoring y la logistica 4.0 ha impulsado una transformación significativa en la logística y la infraestructura mexicana. Para capitalizar al máximo este cambio, México ha tenido que innovar en su sector logístico, mejorando la conectividad y la eficiencia en el transporte de mercancías. La inversión en centros de datos, infraestructura de transporte y tecnología avanzada ha sido crucial para mantener la competitividad del país en el escenario global.
Además, la diversificación de mercados ha permitido que México se mantenga resiliente frente a las fluctuaciones económicas globales. La economía mexicana, aunque no está exenta de desafíos, ha demostrado ser adaptable y capaz de aprovechar las oportunidades que surgen en un entorno económico global en constante cambio.
Desafíos para 2025-2026: El Rol de China en México
A pesar de los beneficios que México ha obtenido en medio de la desaceleración de China, el periodo 2025-2026 se vislumbra como un desafío complejo. Larry Rubin, presidente de la American Society of Mexico (ASM), ha señalado que la relación comercial y económica entre China y México será uno de los temas centrales a resolver. Según Rubin, podría ser necesario incluir una cláusula que limite el comercio e inversiones chinas en el país, para asegurar que Estados Unidos siga siendo el principal socio comercial de México.
Rubin advirtió que las inversiones chinas en México generan preocupación en Estados Unidos, donde buscan mantener su posición dominante en la región. Además, sugirió que la relación entre China y México podría ser un factor determinante en la renegociación del T-MEC, ya que podría “descarrilar” el comercio entre México y Estados Unidos si no se maneja adecuadamente.
La creciente presencia china en América Latina, incluyendo México, ha sido vista con recelo por Washington, que teme que China utilice su influencia económica para desplazar a Estados Unidos como el principal socio comercial en la región. En respuesta, es probable que Estados Unidos busque limitar las acciones comerciales chinas tanto en su territorio como en México, independientemente de quién gane las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos.
Relación México-Estados Unidos: China, el Tercero en Discordia
La relación entre México y Estados Unidos ha estado en constante tensión, y la presencia de China añade una nueva capa de complejidad. Según Lila Abed, directora del Instituto México del Wilson Center en Washington D.C., la reforma judicial y las políticas energéticas del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) están causando alarma en Washington debido al riesgo que representan para las inversiones estadounidenses en México. Además, la eliminación de agencias autónomas también genera preocupación. Sin embargo, el problema principal podría ser la falta de claridad de México sobre su relación con China.
Abed advierte que la relación entre México y Estados Unidos continuará, independientemente de quién gane las elecciones presidenciales en Estados Unidos en 2024, pero el tono de esa relación podría cambiar. Mientras Kamala Harris adopta una postura más conciliadora, Donald Trump podría intensificar las tensiones, particularmente en temas de comercio y migración.
Un desafío clave será cómo México maneja su relación con China. Si México no establece límites claros en esta relación, podría generar desconfianza en Washington. Tanto demócratas como republicanos coinciden en la necesidad de frenar la expansión e influencia de China, especialmente en México. La falta de claridad en la relación entre México y China podría complicar aún más las negociaciones del T-MEC, afectando áreas cruciales como comercio, migración y seguridad.
Comercio y Nearshoring: Fortaleciendo la Relación México-Estados Unidos
El crecimiento del nearshoring ha fortalecido la relación comercial entre México y Estados Unidos. Tras la pandemia de COVID-19, la tendencia a relocalizar la producción más cerca de los mercados de consumo ha beneficiado a América del Norte, particularmente a México. El T-MEC ha proporcionado un marco regulatorio que ha facilitado una integración más profunda en la región, brindando certidumbre y estabilidad a las relaciones comerciales.
Lila Abed destaca que la próxima revisión del T-MEC no será una renegociación completa, sino una oportunidad para mejorar el acuerdo existente. No obstante, la influencia de China será un tema crucial en estas discusiones, ya que Estados Unidos busca limitar la presencia china en la región.
Seguridad y Migración: Temas Clave en la Relación Bilateral
En cuanto a la seguridad, Estados Unidos está enfocado en frenar el tráfico ilícito de drogas, particularmente el fentanilo, que ha causado una crisis de salud pública en el país. México, por su parte, debe garantizar que los precursores químicos, muchos de los cuales provienen de China, no lleguen a su territorio.
El tema de la migración también seguirá siendo central en las negociaciones entre ambos países. Lila Abed sugiere que la solución pasa por atender las causas de raíz de la migración, ya que la inseguridad en México afecta tanto a la economía como a la percepción de los inversionistas sobre la seguridad de sus operaciones en el país.
Comunicación y Cooperación, Claves para el Futuro
La relación entre México y Estados Unidos es compleja y multifacética. Aunque ambos países pueden tener intereses divergentes, la cooperación y la comunicación son esenciales para resolver cualquier conflicto. México debe ser claro en su relación con China para mantener la confianza de Estados Unidos y asegurar que temas como comercio, migración y seguridad se manejen de manera efectiva.
A medida que se acercan las elecciones en Estados Unidos, el futuro de la relación entre ambos países dependerá en gran medida de cómo se manejen estos desafíos. Sin embargo, independientemente de los cambios en el liderazgo, la relación entre México y Estados Unidos es fundamental y continuará siendo una piedra angular en la geopolítica de la región.